A lo largo del siglo XXI, los nanomateriales y la nanotecnología han revolucionado el mundo de la ciencia tal y como lo teníamos entendido. Gracias a la aparición de esta nueva tecnología, se está abriendo un enorme campo para la investigación en múltiples sectores como la física, la química, la ingeniería, la mecánica o la medicina.
Los nanomateriales son materiales que se componen de moléculas de una dimensión muy reducida, creadas mediante la ciencia y la tecnología. Y en los últimos años han sido usados para desarrollar, entre otros artículos de consumo, un gran número de productos cosméticos. Si bien los nanomateriales son invisibles al ojo humano, se ha podido comprobar mediante el uso de microscopios que, abordando un material desde la escala nanométrica, se pueden crear materiales que tengan propiedades muy distintas a las que ofrece el mismo material en la macroescala con la que solemos trabajarlos. Y que, además, se pueden modificar materiales ya existentes y moldearlos para que ofrezcan nuevas aplicaciones en su campo.
Tratándose de un campo de estudio muy nuevo -y que desde su nacimiento se ha mantenido en permanente evolución-, es necesario para las autoridades describir y detallar algunos conceptos como por ejemplo los nanomateriales, la nanotecnología o las nanopartículas. Y ya en 2011, la Comisión Europea empezó a trabajar en una definición común para todos estos términos.
Sin embargo, como es ley de vida en cualquier ciencia que evoluciona rápidamente, esta definición común ha evolucionado y era necesaria adaptarla a los nuevos tiempos. Y por ese motivo, la Comisión Europea ha publicado una ‘aclaración’ de la definición de nanomateriales que se incluye en la Recomendación 2022/C229/01, de la Comisión, de 10 de junio de 2022 relativa a la definición de nanomateriales.

Recomendación 2022/C229/0, relativa a la definición de nanomateriales
El pasado 10 de Junio, la Comisión Europea publicó la Recomendación 2022/C229/01, de la Comisión, de 10 de junio de 2022 relativa a la definición de nanomateriales, mediante la que modifica la definición del término nanomateriales para los países miembros de la UE. Hasta ahora, en el conjunto de la UE, existía una definición para este término, que aparecía en la Recomendación 2011/696/EU publicada en 2011 y que desde el pasado junio ha quedado obsoleta.
La nueva Recomendación 2022/C229/0 consta de un texto de 24 puntos, en los que se expone la información que la Comisión Europea ha evaluado en relación con los nanomateriales y su definición. Tras la exposición, la Comisión publica 4 puntos más, con recomendaciones concretas que sirven para definir y situar los nanomateriales.
En esta nueva definición de los nanomateriales, que sustituye la adoptada por la Comisión Europea en 2011, aparecen cambios signifivativos respecto a 3 puntos fundamentales:
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- Por primera vez se han presentado los requisitos dimensionales para nanomateriales. Es decir, que se ha establecido un tamaño mínimo y máximo, que permitirá diferenciarlos de otras partículas.
- En la nueva definición, los nanomateriales se limitan solo a partículas sólidas, excluyendo las partículas líquidas en emulsiones o partículas gaseosas. Y además, se considera que las moléculas individuales no son consideradas partículas.
- Se ha sustituido en la definición «contains» por «consists of«, de forma que ahora el término se refiere a un material por sí mismo, no a ingredientes o partes de otros materiales. Dicho de otra manera: la Comisión Europea aclara que los nanomateriales no contienen partículas nano, sino que están formados por partículas nano.
¿Qué peligros plantean las nanotecnologías para las personas? ¿Y para el medio ambiente?
A través de trabajar con los materiales en escala nanométrica, se consiguen los nanomateriales, que cuentan con propiedades distintas a las que encontraríamos en el mismo material en la macroescala. Y esas propiedades distintas, que a veces nos pueden resultar muy beneficiosas, pueden llevar asociados peligros que aún desconocemos.
En este sentido, es importante la tarea que realiza el Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI) –también conocido por su acrónimo en inglés SCENIHR-, un comité de expertos creado en 2004 por la Comisión Europea para evaluar los riesgos emergentes procedentes de las nuevas tecnologías.
Y es que SCENIHR es un comité científico, integrado por 13 miembros y 6 miembros asociados -que son profesionales del sector y autoridades sanitarias-, que tiene asignada, entre otras funciones, la vigilancia y evaluación de los riesgos que plantean los nanomateriales para la salud humana y para el Medio Ambiente. Y también debe presentar puntualmente las conclusiones de estas evaluaciones a la Comisión Europea, así como responder a las preguntas que la Comisión le plantee.
Aquí os dejamos algunas preguntas planteadas a principios del siglo XXI por la Comisión Europea a SCENIHR en relación a los nanomateriales:
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¿Cuáles son los riesgos directos o indirectos de las aplicaciones de los nanomateriales actuales y previstos?
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¿Cómo se pueden mejorar los métodos de prueba, y qué nuevos métodos se pueden utilizar para afrontar los aspectos específicos de la nanotecnología?
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¿Cómo se puede mejorar la evaluación de la exposición a los nanomateriales y cuáles son las exposiciones específicas que deberían comprobarse?
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¿Qué otras investigaciones son necesarias para mejorar el conocimiento de los posibles riesgos de los productos de las nanotecnologías?
Cabe destacar que el Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI) es, además, el organismo europeo que se ha encargado de diseñar una metodología que permite evaluar los riesgos de los nanomateriales para la salud humana y para el medio ambiente. Y eso tiene su dificultado, puesto que para ello es necesario el desarrollo de métodos que permitan medir la exposición a los nanomateriales e identificar peligros.
En este sentido, SCENIHR estudia los peligros potenciales de los nanomateriales tanto en las ciudades como en los espacios naturales. Y se definen riesgos tanto para la salud de los humanos, como para la de otros animales y seres vivos, y para el conjunto del Medio Ambiente. Así que si aún te queda alguna duda sobre la seguridad de los nanomateriales que se encuentran en el mercado euro, puedes consultar la web en español del Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI).

Nanomateriales, nanotecnologías y nanociencias: la fiebre ‘nano‘ estimula la investigación en ciencia y tecnología
Si bien es cierto que aún no existe un consenso dentro de la comunidad científica sobre el uso y la seguridad de los nanomateriales, resulta innegable que su aparición a finales del siglo XXI ha marcado un antes y un después en cuanto al campo de investigación de las ciencias y las tecnologías.
Los beneficios de los nanomateriales son evidentes, por lo menos a corto plazo. Por eso, ya se está investigando en escala nanométrica para una gran diversidad de campos -como pueden ser la medicina, la electrónica, los biomateriales, la producción de energía y los artículos de consumo. De hecho, se puede decir que la aparición de los nanomateriales ha conseguido dinamizar y estimular la investigación en estos campos, y ofrecerles una nueva vía para el conocimiento y los descubrimientos.
Sin embargo, aún no se conocen bien las consecuencias de introducir en el medio natural un gran número de nanopartículas generadas mediante tecnología artificial. Y desde luego tiene que tener algún coste. Tal y como los residuos del plástico constituyen hoy uno de los principales problemas de contaminación en la UE y en todo el mundo -especialmente los mares y océanos-, tal vez deberíamos ir reflexionando sobre un reto para mañana: la gestión de los nanoresiduos.
Entre tanto, sigamos investigando, confiando en la vigilancia del comité científico SCENIHR y atentos a todas las publicaciones sobre nanomateriales, nanotecnologías y nanociencas que vaya generando la Comisión Europea.