El consumo y ventas de pintalabios ha caído en picado en todo el mundo en el último trimestre, y son muchos los que atribuyen esa caída a los nuevos hábitos post Covid-19: confinamiento y uso de mascarillas sanitarias.
Del mismo modo que las mascarillas y los geles hidroalcohólicos han experimentado un enorme crecimiento desde el pasado marzo, otros artículos de farmacia, como los pintalabios, están sufriendo cuantiosas pérdidas ante la nueva realidad social.
Consumo y ventas de pintalabios – Desde que el pasado 14 de Marzo el Gobierno de España decretara la entrada en vigor de un Estado de Alarma en todo el territorio nacional -inicialmente durante 15 días-, prácticamente la totalidad de la población española ha tenido que readaptar sus hábitos sociales, laborales y de consumo.
El conjunto de la población, a través del Estado de Alarma -y todo sea dicho: en base a criterios sanitarios, y mayoritariamente en la línea con lo que recomendaba la OMS- ha sido sometida a una situación muy prolongada de confinamiento en el propio hogar. Aún a día de hoy, cuando parece que la crisis empieza a desescalar -por comunidades autónomas a través de un sistema de fases- sigue gravemente afectada la mobilidadad del conjunto de la ciudadanía. Y no se espera que la situación vuelva a la normalidad completa corto plazo.
De hecho, existe una tendencia, cada vez más extendida, a pensar que nada en la forma de relacionarnos va a ser igual tras el paso del Covid-19. No es la intención de este artículo especular o hipotizar sobre el qué pasará, como afrontarán el conjunto de gobiernos del mundo y sus sistemas sanitarios los próximos meses, ni sobre a cómo afectará a las relaciones interpersonales.
Cambios provisionales que vienen para quedarse
Aún entendiendo esta situación como provisional, existen algunos cambios en la vida de las personas. Y paralelamente, aunque absoultamente interconectados, las empresas están sufriendo grandes transformaciones, tanto en la forma de relacionarse con sus clientes como a nivel de comunicación y procesos internos.
Hay algunos cambios que comparten la mayoría de empresas, con distinta afectación en base al sector de negocio. Y bastantes de ellos visibles: se han modificado los hábitos de consumo de los clientes, en cuanto a productos y servicios empresariales.
Y otras transformaciones que son internas, y por lo tanto no resultan tan visibles. Pero que las organizaciones deben realizar para garantizar su propia supervivencia:
- Acelerar en la digitalización de tareas y procesos
- Crear y desarrollar canales de comunicación con los clientes y entre los trabajadores
- Garantizar la conexión telemática a la oficina
- Revisar los protocolos de Prevención de Riesgos Laborales en relación a los riesgos de infecciones víricas.
¿Cuáles son los nuevos hábitos de las personas y las empresas?
A fin de prepararnos para combatir el virus SARS-CoV-2, y de cumplir con las recomendaciones -y restricciones- impuestas por el Estado para controlar la pandemia, los ciudadanos hemos tenido que realizar un proceso de adaptación:
- Hemos aprendido a mantener de forma contínua un distanciamiento físico con el resto de la población en los espacios públicos.
- Nos hemos adaptado a vivir en confinamiento. Es decir, nos hemos acostumbrado a no salir de casa a menos que haya un motivo de peso. Y a no ver a nuestros amigos, familiares y vecinos, a menos que sea a través de una pantalla.
- Y también, en tanto que consumidores, hemos aumentado el uso -y nuestros conocimientos- sobre las herramientas para la prevención de contagios, como son las mascarillas sanitarias y los geles hidroalcohólicos.
Para las empresas, estos cambios para la adaptación se está traduciendo en:
- Necesidad inmediata de aprender y formarse -de forma intensiva- sobre nuevas tecnologías, herramientas y apps online y entorno digital
- Aceptación del ‘teletrabajo’ como una alternativa válida y equiparable al trabajo presencial (incluso en el caso de los médicos, que han sido tradicionalmente uno de los sectores profesionales más crítico con el teletrabajo, por las dificultades que supone la posibilidad de ejercer un diagnóstico a distancia)
- Redefinir y acelerar la automatización de procesos y tareas que hasta ahora no se hacían de forma digital.
- Para los equipos de Recursos Humanos, una mayor necesidad de valorar los perfiles con formación y competencias en el mundo digital y de poner por delante las habilidades digitales, por encima de otras, en la selección de personal.

Consumo y ventas de Pintalabios: Lipstick Index y el sector cosmético ante la pandemia del Covid-19
Tras los atentados del 11-S, el multimillonario americano Leonard Alan Lauder, director de la compañía Estée Lauder estableció una teoría conocida Lipstick Index (Índice de la Barra de Labios). Esa teoría sostiene que cuando hay una gran crisis económica global, aumentan las ventas de pintalabios. Y viene a decir que, como respuesta a las crisis, las mujeres tienden a dejar de invertir dinero a artículos de lujo de gran valor económico -como pueden ser los vestidos, zapatos y joyas-. Pero en cambio, para mantener una cierta sensación de lujo, mantienen e incluso incrementan su consumo y uso de barra de labios, en especial las de colores rojo y rosa).
Además, el Lipstick Index se supone que podría servir para prevenir crisis ante el incremento del consumo de este artículo cosmético. O dicho de otra manera: a mayor crisis económica, más labios rojos. Pese a haber sido refutada científicamente por los economistas, la teoría del Lipstick Index se cumplió en Estados Unidos en dos de sus últimas grandes crisis económicas y financieras: en la Gran Depresión -los años posteriores al crack de la bolsa de 1929, mayor crisis del siglo XX. Y también en la Gran Recesión de 2007-2009, ocasionada por la caída del banco estadounidense Lehman Brothers.
El sector cosmético ante el Covid-19
Con la crisis ocasionada por el Covid-19 estamos viendo que la predicción de Leonard Alan Lauder ha sido superada. A día de hoy los pintalabios -más que probablemente debido al uso generalizado de mascarillas- se están vendiendo menos. O por lo menos eso dice la patronal del sector STANPA en sus informes sobre el sector para el 1r Trimestre 2020.
Pero este cambio de consumo no debe verse solo como un problema para el sector. Sino que también se plantean oportunidades: de hecho, hay otros productos cosméticos, como son las máscaras de pestañas -que ha dado paso a una nueva teoría, la del Eyeliner Index– o los tintes de pelo, que han experimentado un crecimiento de un 400% de ventas.
Se avecinan unos meses muy difíciles para las empresas, y especialmente para los equipos de marketing -que últimamente andan desorientados al no ser capaces de definir correctamente los hábitos de consumo de los nuevos consumidores. No hay que perder la paciencia: pronto iremos descubriendo las nuevas normas del juego.
Y en Gabinete Técnico Farmacéutico M. Camps estamos seguros que el sector cosmético será capaz de adaptarse a los cambios.