La purpurina o brillantina -o como se conoce coloquialmente, el 'brilli brilli'- es un producto cosmético que se usa para decorar la piel, añadiéndole brillo, luminosidad y una textura granulada. Si bien no se trata de un artículo de uso diario generalizado, sí es cierto que su uso está muy extendido tanto en las fiestas de disfraces, como en múltiples ambientes de ocio nocturno.
Como era previsible, se trata de uno de los productos cosméticos afectados por la nueva regulación de microplásticos de la Comisión Europea. Y es que tradicionalmente, en la fabricación de la purpurina para usos cosméticos, se han usado microplásticos para darle textura al maquillaje.
Sin embargo, eso no significa que vaya a desaparecer la purpurina. Desde hace años, existen fabricantes preocupados por el medioambiente que han ido sustituyendo las virutas de microplástico por otros ingredientes que generan menos residuos, como son la purpurina inorgánica (vidrio, metal...), hecha con materiales biodegradables o que sea soluble en agua.
Y es que, cualquiera de estas alternativas nos permite obtener una purpurina totalmente comparable a la tradicional a nivel estético. Con lo que nos queda purpurina para rato. Además, estas otras fórmulas de purpurina permiten elaborar, indiscutiblemente, productos cosméticos mucho más verdes y respetuosos con el Medio Ambiente, puesto que evitamos contaminar nuestros océanos con microplásticos.
¿Quieres saber más sobre cómo afecta la normativa de microplástico a la purpurina? ¡Sigue leyendo!

Purpurina: ¿Cómo afecta la legislación UE de microplásticos? ¿Qué tipos de productos cosméticos con purpurina se verán afectados por esta nueva normativa?
Existen algunos productos dentro de la cosmética que inevitablemente se han visto afectados por las múltiples regulaciones sobre microplásticos que ha publicado en los últimos años la Comisión Europea. La Comisión ha tomado una mayor consciencia sobre la importancia de preservar el Medio Ambiente y ha optado por crear leyes enfocadas a reducir los residuos que, en forma de microplásticos no biodegradables, se acumulan en mares y océanos.
La variedad de productos en el mercado que se han visto afectados por estas nuevas normas es realmente enorme. Y las compañías que traten de comercializar sus productos dentro de la zona euro deberán tener en cuenta que, desde las bolsas de plástico de los supermercados, hasta los vasos, platos y cubiertos de plástico, pasando por los envoltorios plastificados de centenares de productos de alimentación y consumo en general, ahora cuentan con una legislación más estricta, enfocada principalmente en una mayor preservación del Medio Ambiente y una reducción drástica de los residuos plásticos que se generan dentro de las fronteras de la UE.
¿Y qué pasa con la cosmética?
Obviamente, el sector cosmético no ha sido una excepción, y también deberá tener en cuenta estas nuevas normativas en microplásticos.
De hecho, desde el envasado hasta la formulación y fabricación de los productos cosméticos se ven afectados por las nueva legislación europea de microplásticos. Y eso a la práctica, significa, que todos aquellos microplásticos que se venían usando dentro de la industria cosmética deben ir sustituyendo por otros ingredientes y envases que generen un menor número de residuos plásticos.
Y que, por lo tanto, resulten menos peligrosos para el Medio Ambiente.
¿Son menos seguros los cosméticos que contienen microplásticos entre sus ingredientes?
Es importante recordar que el Reglamento 1223/2009 de Productos Cosméticos garantiza que todos los artículos de cosmética que se encuentran hoy en día en el mercado en la UE son seguros desde la perspectiva de la salud humana. Y que estos cambios legislativos sobre los microplásticos en cosmética están encaminados no a mejorar la seguridad de los productos cosméticos, sino principalmente a reducir al máximo posible los residuos plásticos que genera la industria y a fomentar una mayor sensibilidad con el Medio Ambiente.
Si bien es cierto que se han encontrado evidencia de la presencia de microplásticos en el ser humano -que principalmente acceden a nuestro organismo a través de la alimentación- , no ha quedado acreditado que estos tengan un gran impacto en nuestra salud. En cambio, sí existe una evidencia de que la acumulación de residuos plásticos y microplásticos, que tardan décadas o siglos en degradarse, constituyen un gran problema para el Medio Ambiente, especialmente en mares y océanos.
¿Cómo afecta la nueva legislación de microplásticos a los cosméticos con purpurina?
La purpurina o brillantina que se usan en cosmética, tanto para los maquillajes de fiesta, como componente en algunos artículos de belleza facial -como sombras de ojo con efecto brillo- se han fabricado tradicionalmente con pequeñas virutas de plástico, que ayudan a que el producto cosmético añada a nuestra piel una cierta textura y brillo. En ése sentido, las virutas de plástico cumplen su función muy eficazmente. Pero a la larga, se convierten en un problema...
Una vez nos desmaquillamos, solemos usar agua para la limpieza facial, y las partículas de microplástico que decoraban la superficie de nuestra piel pasan al agua, o dicho de otra manera, a nuestro sistema de alcantarillado. Y de ahí, si las partículas de plástico son lo suficientemente pequeñas para superar los filtros con los que se pueden encontrar este tipo de residuos, pasarán directamente a nuestros mares y océanos, donde ya llevan décadas acumulándose y a día de hoy ya representan un problema para el ecosistema marino.
Uno de los objetivos de la nueva legislación en microplásticos es reducir el volumen de residuos plásticos que genera la industria cosmética. Y eso afecta de lleno a todos aquellos productos cosméticos con purpurina fabricada con virutas de plástico menores de 5 milímetros añadidas.
Entonces... ¿Se ha prohibido de facto la purpurina?
No exactamente. Desde el pasado 15 de octubre de 2023, la Comisión Europea prohíbe a los fabricantes de purpurina usar las virutas de plástico como ingrediente. Y en ese sentido, estas nuevas normativas sí implica el final de las fórmulas tradicionales de fabricar la purpurina, en que incluían las virutas de plástico entre los ingredientes.
Pero eso no significa el fin de la purpurina, puesto que ya existen muchas compañías fabricantes de purpurina que, preocupadas por el Medio Ambiente, han dejado de usar el plástico y lo han sustituido por otros ingredientes más 'ecofriendly'. Y el resto, ante la publicación de estas nuevas normativas, han ido adaptando sus fórmulas de purpurina para evitar generar residuos plásticos.
La conocida como 'purpurina inorgánica' es aquella que sustituye las virutas de plástico por otros materiales que:
- o bien sean solubles en agua
- o bien sean biodegradables
Y que por lo tanto no genera residuos plásticos innecesarios. Que es, en definitiva, lo que persigue la Comisión Europea.
Nos queda purpurina para rato. Lo único que se ha acabado es generar residuos plásticos cada vez que queramos maquillarnos en Halloween. ¿O no tal vez no? ....

Fin de fiesta de la purpurina con virutas de plástico
Con la puesta en vigor de la nueva legislación de microplásticos, se prohíbe a los fabricantes usar virutas de plásticos de menos de 5 milímetros para elaborar la purpurina. Pero eso no significa que inmediatamente la purpurina con virutas de plástico pase a retirarse del mercado. Y es que, en efecto, la Comisión Europea es consciente de que no es posible eliminar de golpe todos los stocks de purpurina fabricados según la antigua normativa.
Por lo tanto, los artículos de purpurina fabricados con virutas de plástico antes del pasado 15 de octubre, seguirán en las tiendas hasta fin de existencias, coexistiendo durante unos meses con los artículos fabricados pasados esa fecha, que ya se encuentra libres de plásticos añadidos.